La mayor parte de los síntomas físicos son consecuencia de la desnutrición y del consiguiente déficit de macronutrientes, vitaminas y minerales. Se pueden afectar diferentes órganos, entre ellos el corazón y sistema cardiovascular, dando como resultado un ritmo cardíaco lento (bradicardia). Es frecuente un desbalance electrolítico, en particular niveles bajos de fosfato, asociado a debilidad muscular, disfunción inmunológica, y muerte. Aquellas personas que desarrollan anorexia nerviosa antes de la edad adulta pueden sufrir un retraso del crecimiento. Con frecuencia existe disminución en los niveles de hormonas esenciales, incluidas las sexuales, y elevación de cortisol en sangre. Asimismo es usual laosteoporosis por disminución de los niveles de calcio y vitamina D. También se han observado modificaciones en la estructura y función cerebral por efecto de la inanición, con reversión parcial cuando se recupera un peso normal.
Algunas de las alteraciones más frecuentes que se producen en el organismo por efecto de la inanición son las siguientes:
- Pérdida excesiva de peso. El índice de masa corporal es menor a 17,5 en los adultos, o el 85% del peso esperado para los niños.
- Aspecto pálido y ojos hundidos; hinchazón de ojos y tobillos.
- Piel seca, labios secos y quebradizos.
- Retraso del crecimiento (déficit de hormona de crecimiento).
- Alteraciones hormonales que provocan la interrupción del ciclo menstrual (amenorrea), reducción de la libido e impotencia en los hombres.
- Alteraciones del metabolismo, arritmia y bradicardia, hipotensión, hipotermia, anemia, leucopenia, disminución del número de plaquetas (plaquetopenia), pérdida de cabello (alopecia), aparición de lanugo y uñas frágiles.
- Problemas circulatorios (calambres y extremidades cárdenas).
- Vértigo, dolor de cabeza, deshidratación, alteraciones dentales (caries), estreñimiento, dolor abdominal, edema.
- Insomnio, letargo, infertilidad.
- Anormalidad en los niveles corporales de minerales y electrolitos.
- Depresión del sistema inmunitario.
- Daños renales y hepáticos; hipertrofia parotídea.
- Infarto y muerte (casos muy graves).
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